jueves, 11 de febrero de 2010

QUE ES LA ANTIGIMNASIA

Practicar la anti-gimnasia® es embarcarse en un viaje por su propio cuerpo, por su historia. Usted descubre cómo, a lo largo de su vida, su cuerpo se ha ido organizando, protegiendo y adaptando sutilmente. Aprende cómo tener una percepción y un conocimiento de su cuerpo más profundo, más exacto y más autónomo.

Entrar en terreno desconocido

Cada sesión de anti-gimnasia® supone la oportunidad de descubrir, redescubrir, o despertar nuevas zonas de su cuerpo. Al principio, cuando intenta mover algunos músculos, le resultan tan ajenos, ¡que ni siquiera sabe dónde está la palanca que los pone en marcha! Pero, poco a poco, una nueva conexión se establece entre ese músculo desconocido o ignorado y su cerebro. Su vocabulario muscular se desarrolla, se enriquece. Usted explora nuevas posibilidades de movimiento

Recuperar la amplitud natural de sus movimientos

A lo largo de las sesiones aprende a deshacerse por sí mismo de un montón de crispaciones, rigideces y dolores musculares y articulares, que le cansan, le obligan a encorvarse y frenan sus impulsos. Sus movimientos y su respiración recobran su amplitud natural.

¿De dónde procede el término anti-gimnasia®?

Thérèse Bertherat, que creó la anti-gimnasia en los 70, eligió el término anti-gimnasia® en la época de la anti-psiquiatría. No es que menospreciara la gimnasia tradicional, pero consideraba que algunos movimientos, por ejemplo aquellos que requieren forzar la inspiración o llevar la columna hacia atrás para liberar la caja torácica, no hacían más que empeorar los problemas del diafragma y de la columna vertebral.

mouvement

Thérèse Bertherat, creadora de la anti-gimnasia®, presenta su método



« Se nos dice que hay que fortalecer el cuerpo, que hay que hacerle sudar, transpirar. Así que, para estar en forma, la gente se monta en su bici, se cuelga de las espalderas, se asfixia con el jogging o empuña las pesas. Lo que habría que hacer, antes de nada, es abrir los ojos y tomarse la molestia de mirar nuestro cuerpo para comprender cómo funciona » escribe Thérèse Bertherat en El Cuerpo tiene sus razones.

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